Encontrar pequeñas historias enriquecedoras, que son tesoros en islas aisladas y complicadas en un mar tan bravo y peligroso como las cárceles, es tierno y a la vez exigente. Un ejercicio de introspección a través de las anécdotas y vivencias de un grupo de personas, que sin ánimo de lucro, comparten su tiempo y vivencias con los internos de una cárcel de Madrid.
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